Miami, 21 de octubre de 2025. — Las relaciones entre Estados Unidos y Colombia atraviesan su momento más tenso en años, luego de que Washington anunciara el retiro parcial de su ayuda económica y militar al país sudamericano. La decisión llega tras nuevas declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien cuestionó los recientes ataques estadounidenses contra supuestas embarcaciones de narcotráfico en aguas del Caribe y acusó a la Casa Blanca de “violar la soberanía colombiana”.
La respuesta desde Washington no se hizo esperar. El presidente Donald Trump calificó a Petro como “un líder ilegal de las drogas” y anunció el fin de los programas de cooperación antidrogas y la imposición de aranceles a productos colombianos. “No seguiremos financiando gobiernos que protegen el narcotráfico”, dijo el mandatario en un comunicado difundido por AP News.
Colombia llama a su embajador y denuncia ataques
El Gobierno colombiano llamó a consultas a su embajador en Washington, luego de que la Fuerza Aérea de EE. UU. confirmara operaciones militares en las que fueron destruidos varios barcos sospechosos de tráfico de drogas. Bogotá sostiene que al menos uno de ellos era un pesquero civil colombiano, y calificó el hecho como una violación a su jurisdicción marítima.
En respuesta, la Casa Blanca defendió las acciones como parte de su política de “narcoterrorismo internacional” y aseguró que los operativos fueron ejecutados “fuera de aguas territoriales colombianas”.
Riesgo para la cooperación y la seguridad
Colombia ha sido, por más de dos décadas, uno de los principales receptores de ayuda estadounidense en América Latina, con recursos destinados a la lucha contra el narcotráfico, el entrenamiento militar y la cooperación judicial.
El recorte anunciado podría representar pérdidas de cientos de millones de dólares y afectar directamente la capacidad del país para realizar operaciones conjuntas contra el crimen organizado. Analistas advierten que esta ruptura no solo debilitaría la seguridad colombiana, sino también los esfuerzos de EE. UU. por contener el flujo de cocaína hacia el norte.
“El fin de esta alianza sería contraproducente para ambos países”, señaló El Tiempo en un análisis citado por medios estadounidenses.
Un choque ideológico
Las tensiones entre Petro y Trump se intensificaron tras las críticas del mandatario colombiano al enfoque “militarista” de Washington frente al narcotráfico. Petro ha propuesto sustituir la erradicación forzada por programas de sustitución de cultivos, lo que en EE. UU. ha sido interpretado como una señal de falta de cooperación.
Fuentes del Departamento de Estado indicaron que la administración Trump considera a Colombia “descertificada” en la lucha antidrogas, lo que formaliza la suspensión de parte de la ayuda económica.
Un giro geopolítico en marcha
La crisis abre un nuevo escenario para América Latina: Colombia podría buscar alianzas con otros socios estratégicos como la Unión Europea o China, mientras que Estados Unidos reevalúa su política hacia la región.
Expertos advierten que el distanciamiento entre ambos países podría reconfigurar el mapa diplomático y de seguridad continental. “Es una ruptura que marca el fin de una era en la relación más estrecha que EE. UU. tuvo en Sudamérica durante las últimas tres décadas”, señaló la revista Time.

