El Miami Seaquarium, uno de los parques marinos más emblemáticos de Florida, cerró oficialmente sus puertas el pasado domingo 12 de octubre, poniendo fin a siete décadas de historia. Ubicado en la isla Virginia Key, el acuario fue inaugurado en 1955 y se hizo famoso por albergar a la orca Lolita, quien vivió en cautiverio durante más de 50 años.
La decisión de cierre se produjo tras años de controversias relacionadas con el trato a los animales y problemas estructurales en las instalaciones. En 2024, el condado de Miami-Dade emitió una notificación de desalojo a la empresa propietaria, The Dolphin Company, citando un historial de violaciones y condiciones inadecuadas para los animales. Además, el parque enfrentó dificultades financieras y presentó una solicitud de quiebra en marzo de 2025.
La muerte de Lolita en agosto de 2023, mientras se preparaba su traslado a un santuario marino, fue un punto de inflexión que intensificó las críticas de grupos defensores de los derechos de los animales, como PETA. La organización celebró el cierre del Seaquarium como un «triunfo histórico» en la lucha contra el maltrato animal.
El sitio será adquirido por el grupo desarrollador Terra Group por 22.5 millones de dólares. Los planes incluyen la construcción de un nuevo acuario sin mamíferos marinos, con enfoque en la educación y la conservación marina, así como la creación de espacios públicos y comerciales accesibles a la bahía.
Aunque el cierre marca el fin de una era para el Miami Seaquarium, también representa un paso hacia un futuro más ético y sostenible en el trato a los animales marinos.

